Robert
Zemeckis es uno de nuestros directores favoritos aquí en Tururú. En los ochenta
entregó un buen puñado de clásicos, empezando por la inolvidable Quién engañó a
Roger Rabbit y por la trilogía de Regreso al futuro. Una serie farragosa,
pero llena de encanto: su primera parte en particular es asombrosamente buena y mejora con el
tiempo, gracias a un guion de connotaciones freudianas que sabe reírse de sí
mismo. En Regreso al futuro los personajes están llenos de ironía, atrapando a
Michael J. Fox en un mundo más de fantasía que de ciencia-ficción. Una cinta
brillante e inolvidable.
En los
noventa, Zemeckis entrega su obra maestra, Forrest Gump, otra película que bajo
su apariencia sencilla y su sello comercial está cargada de detalles y notas de
buen hacer. La invisibilidad de su director demuestra, muy al contrario, el
trabajo minucioso con el que se cuidaron todas sus escenas, en una película
total, auténtico clásico moderno. Inexplicablemente, su siguiente película fue
Contact, un auténtico bodrio, insalvable, que ha sido capaz de, casi casi,
hundir su carrera. De hecho, Zemeckis no ha conseguido levantar cabeza, y
todavía hoy, quince años después, no ha encontrado una película digna de su
talento. Náufrago o Lo que la verdad esconde son películas interesantes, pero
del montón.
Después
de dirigir varias películas de animación (la apreciable Beowulf entre ellas),
Robert Zemeckis ha vuelto a la imagen real con El vuelo. Cinta ésta para gloria
de Denzel Washington, buen actor que a mí en particular me deja un poco frío.
En El Vuelo asistimos a un comienzo trepidante, que augura una típica película
de catástrofes aeroportuarias. Pero, lejos de ser así, la película simplemente
retrata la vida de un personaje alcohólico, drogadicto, atormentado y sin pizca
de gracia. Por el camino aparecen otros personajes, pero ninguno con el
suficiente peso como para ayudar al pobre Denzel a levantar el resto del
metraje. La película es un pelín larga, y consigue mantener la intriga a duras
penas. Le deseamos a Robert Zemeckis un pronto retorno al cine que le dio su
fama y mucha suerte con sus próximas películas. De momento ésta nos ha
decepcionado.
Lo
mejor: el accidente del avión, rodado de forma magistral, que nos recuerda
obviamente al de Náufrago.
Lo
peor: una película normalita, con guión de telefilm de sobremesa, que no
levantará pasiones.
Buena entrada, Esta película me encanto un saludo.
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